La limpieza y la desinfección son 2 acciones distintas y complementarias para asegurar la inocuidad de su instalación y superficies en general.

La limpieza consiste en la remoción de materia orgánica e inorgánica. Mientras que la desinfección es la eliminación de microorganismos patógenos que puedan causar infección o enfermedad, y que quedaron expuestos después de la limpieza.

Para tener claro los factores que intervienen en una buena limpieza debemos recordar la palabra TACT-WINS:

Si bien es cierto, algunos desinfectantes como los amonios cuaternarios pueden remover pequeñas partes de la suciedad imperante, gracias a su efecto surfactante, y otros desinfectantes oxidantes como cloro o los peróxidos, oxidarán superficialmente la suciedad, éstos no lograrán cumplir el primer paso (limpieza), y más bien su efecto desinfectante será neutralizado al entrar en contacto con el material que se pretende remover.

Es por esto que cuando aplicamos desinfectante por cualquier método de contacto (aspersión, recirculación, nebulización, etc.) sin haber realizado una correcta limpieza, no se logrará remover la suciedad y microorganismos que buscamos eliminar.

Para ayudar a prevenir la contaminación cruzada y propagación del coronavirus es necesaria la LIMPIEZA y DESINFECCIÓN de todas las superficies que mantienen contacto con alimentos y con las que permanentemente tenemos contacto: Mesas, escritorios, llavines de puertas, barandas, pasamos en escaleras, teléfonos, etc.). De acuerdo a lo recomendado por entes nacionales e internacionales como la FDA, OMS, RTCA, etc.

Ya sea que la limpieza y desinfección sean realizadas por usted mismo o las asigne a un especialista, el proceso de limpieza debe anteceder siempre a la desinfección, la cual debe iniciar una vez que todo el detergente utilizado ha sido removido, ya que sus residuos afectarán adversamente el proceso de desinfección.

En general, todos los detergentes ya sean ácidos, básicos o neutros, poseen 4 tipos principales de ayudantes para lograr su función de limpieza.

1. Agentes Humectantes y Surfactantes.

Son moléculas con una parte hidrofóbica (insoluble al agua) y una parte hidrofílica (soluble en agua). Las cuales actúan reduciendo la tensión superficial e interfacial del agua y líquidos con el que tienen contacto de la siguiente manera:

  • Modifican la tensión superficial de agua para mejorar el poder penetrante de los ingredientes del detergente dentro de la suciedad a remover.
  • Modifican la tensión interfacial: Fuerza que actúa en la interfase de 2 líquidos inmiscibles.

Existen 4 tipos de Surfactantes:

nebulizacion cocina

2. Agente Quelantes o Secuestrantes.

Atrapan las sales de calcio y magnesio para evitar que se depositen en la superficie a limpiar. Ejemplo: Gluconato de Sodio.

3. Emulsificantes.

Reducen el tamaño de la suciedad a limpiar, gracias a la formación de micelas. Ejemplo: Esteres de sorbitan.

4. Formadores.

Aportan alcalinidad, dispersión y detergencia, para eliminar impurezas específicas. Ejemplo: Silicatos, Fosfatos, hidróxido de metales.

Todos estos ayudantes actúan en conjunto con los hidróxidos en el caso de detergentes alcalinos, y ácidos en el caso de detergentes ácidos, apoyando en la saponificación, solvencia de grasas,  y disolución de sales inorgánicas respectivamente.

Después de una adecuada limpieza, se debe realizar la desinfección de la superficie tratada, utilizando cualquiera de los siguientes métodos, los cuales pueden utilizarse solos o alternados.

 

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El mecanismo de desinfección de los productos base de alcohol se desarrolla en varias etapas: Absorción por los lipoides de la pared celular, permeabilización y desagregación de la membrana citoplasmática, y finalmente la desnaturalización de las enzimas celulares por coagulación.

Los desinfectantes a base de amonio cuaternario aprovechan la electropositividad aportada por el átomo de nitrógeno cargado positivamente, y la tensoactividad de la molécula. Una vez que el amonio se ha fijado a las cargas positivas de la pared celular del microorganismo, sus propiedades tensoactivas le permiten difundirse a través de la pared y atacar los complejos lipoproteicos de la membrana citoplasmática.

Por el contrario, los desinfectantes a base de ácido peracético utilizan su elevado poder oxidante para oxidar las funciones sulfidrilo de las enzimas dando lugar a disulfuros y finalmente sulfonas. Con lo cual la membrana citoplasmática queda inhabilitada de ejercer su permeabilidad selectiva, comprometiendo su papel en la quemostasa.  Y por ende la función celular del microorganismo.

En este momento, más que nunca, es necesario contar con un buen procedimiento de limpieza y desinfección. Nuestra empresa, con más de 10 años de experiencia realizando labores de limpieza y desinfección y un servicio  satisfactoriamente auditado en clientes certificados por la FDA. Atenderemos cualquier consulta para que su instalación logre la correcta eliminación de patógenos.